Las exigencias de control de calidad de sectores como el automovilístico implican un costo de personal muy elevado realizando labores de inspección.

Mediante un sistema de visión artificial especifico se consiguen detectar los posibles fallos de fabricación, incluyendo aquellos de medidas inferiores a 0,1 mm que resultan sutiles al ojo humano. Igualmente también es posible leer los textos e identificar su validez mediante técnicas de OCR.

Esta aplicación incluye múltiples sistemas de lectura de imágenes en ciclos de tiempo inferiores a 10 milisegundos.

Las piezas a inspeccionar se recogen de una cinta transportadora, bien en cotas establecidas, en recipientes ad-hoc o mediante reconocimiento tridimensional guiando a un brazo robótico. Con esta última opción se consigue la recogida del material a inspeccionar desde un recipiente a granel, con las piezas totalmente desordenadas.